Las Brujas de Tesalia y la Ruta de la Sibila
Novela: El Universo de Aglaonice
Las Brujas de Tesalia
Prefacio
Las
múltiples interrogantes cósmicas se inician en nuestro interior, ya que en la
medida que nos vamos haciendo conscientes de nuestro ser y su independencia, también
vamos siendo conscientes de nuestro plano físico, de los pensamientos e
iniciamos la búsqueda de respuestas a las preguntas sobre: ¿Quiénes somos? y
¿por qué estamos aquí? Esta dialéctica interior nos conduce a cuestionamos
sobre: ¿Cómo pudo haber ocurrido?
Por
las informaciones y enseñanzas que nos han llegado, se logra tener una cierta comprensión
de la mecánica de ese universo que nos intriga y despierta la curiosidad,
porque la mente finita limita su compresión y aceptamos la inmediatez de lo que
se comprende, ejemplo: como que esos puntos de luz que vemos en el cielo, ¿también
son soles?, y motivados por la búsqueda y para una mejor comprensión cerramos
los ojos, permitiendo que la oscuridad insomne nos rodee para de esa forma
conectar con alguna de esas estrellas, para finalmente ver que la Tierra, en esa
simple mancha a través de la cual conectamos con ese universo que tratamos de
escrutar. Por ello, en ese espacio el tiempo parece agrandarse y reducirse al
mismo tiempo en forma interminable, absorbiéndonos y con nosotros nuestros antepasados
e incluso a toda la humanidad. Es así como en esa conexión nos quedamos
buscando la finitud de lo observado en busca de alguna gigantesca frontera que
sostenga al tiempo-espacio cósmico.
Preguntas
como: ¿Siempre ha existido el universo? Si no es así,
¿Cuándo comenzó? ¿Y cómo? ¿Se acabará? ¿Está cambiando el universo a través del
tiempo? ¿Se extiende el espacio en forma infinita en todas direcciones? ¿Cómo
llegó a formarse la materia en el universo?, se han quedado, desde la antigüedad
en busca de respuestas.
Es así, como hombres y mujeres pensadores, en un intento de encontrar
respuestas a todas estas premisas cósmicas, se han dedicado a buscarlas y
muchos de ellos, especialmente mujeres como: Aglaonice, Hipatia de Alejandría,
las Brujas de Tesalia, entre otras han hecho de la “cosmología” una verdadera
disciplina de la investigación y de la ciencia, desgraciadamente el masculino
les ha robado sus créditos y los han asumido como suyos. Pero en tiempo
presente, por equidad, se ha decidido rescatar y valorar esas antiguas cosmologías,
surgidas a través de la cosmovisión femenina y darles su justo reconocimiento y
honor a esas mujeres avezadas y eruditas, que en ese tiempo histórico fueron
perseguidas y despreciadas y humilladas al considerarlas “brujas y orates”.
En esta narrativa literaria se tomará como referente los aportes
cosmológicos de occidente, específicamente en la Antigua y la Magna Grecia, sobre
las especulativas investigaciones del universo, sus definiciones, más las
conclusiones de ese razonamiento lógico y físico de las inteligentes mujeres
griegas, donde destacó Aglaonice de Tesalia, quien haciendo uso de su gran
habilidad para el cálculo, por la asombrosa precisión, lego a la humanidad un vasto
conocimiento sobre los eclipses lunares con asombrosa precisión, siendo su obra
inmortalizada por autores como Platón y Plutarco.
Es asombroso descubrir,
como la astrónoma y astróloga Aglaonice pudo ser reconocida su obra y a ella
como autora, en la civilización helénica, tan patriarcal, donde la mujer tenía
un flaco rol secundario, carecía de ciudadanía y en consecuencia, estaba
desposeída del derecho a participar en la vida política, ya que dependía de un
“Kúrios” o tutor, además, su educación era desarrollada en un gineceo y estaba
orientada específicamente para el matrimonio y la procreación.
Escritora: Dra. Mynerva Modesta
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